lunes, 11 de marzo de 2013


LAS LEYES DEL JUEGO



     No recuerdo el nombre del comisario. Sé que le daban el nombre de Boina Colorada y que había servido en el 2 de infantería de línea. Llegó al pueblo hacia mil ochocientos setenta y tantos. Los vecinos le informaron que en una cueva, en las márgenes del Quequén, tenía su guardia un forajido, que le decían el Tigre. Debía varias muertes y el comisario anterior no se había animado nunca aprenderlo. Boina Colorada pensó que para cimentar su autoridad le convenía proceder en el acto. No dijo nada aquella noche, pero a la mañana siguiente ordenó a un vigilante que lo llevara hasta la guarida del Tigre. Este habitaba allí con su hembra. Ya cerca de la cueva, el comisario le dijo al vigilante que no se mostrara hasta que lo oyera silbar y le dio su revólver. Entró tranquilamente en la cueva. El Tigre, un gaucho de melena y de barba, le salió al encuentro con el facón. Sin alzar la voz, el comisario le dijo: 
     -Vengo a buscarlo. Dése preso. 
     El Tigre, que sin duda era valiente, hubiera peleado con la partida, pero aquel hombre solo y seguro lo desconcertó. el comisario silbó. Cuando apareció el vigilante, le dio esta orden: 
     -Desarme a este hombre y lléveselo a la comisaría. 
     El vigilante obedeció, temblando. Así lo tomaron al Tigre. Otra cosa hubiera ocurrido si el comisario se hubiera presentado con la partida o si hubiera entrado gritando. 

Jorge Luis Borges
(El matrero - Edicom - Buenos Aires - 1970)

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Aclaraciones
Firmado “Isidoro Trejo: Rasgos y pinceladas (Dolores, 1899)”, en El matrero de Jorge Luis Borges (comp.). No figura en el índice. En el apartado dedicado a Borges se consignan dos textos suyos: Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874) y Milonga de Calandria. Al concluir ambos , antes de pasar al siguiente autor, aparece este texto.

Libro
Jorge Luis Borges, El matrero, Barros Merino, Buenos Aires, 1972. Segunda edición. 173 páginas. Dimensiones 19,7 x 13,5 cm.

Links
http://www.rioquequensalado.com.ar/historia-29-cuando_y_como_borges_escribio_.html
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero12/superche.html

martes, 5 de marzo de 2013

RECOMENDACIONES

Filósofos medievales en la obra de Borges
Silvia Magnavacca
Miño y Dávila Editores, San Martín (Bs. As.), 2009
284 págs.; 14,5 x 23 cm.

Agustín de Hipona
Juan Escoto Erígena
Rabano Mauro
Pedro Damián
Anselmo de Canterbury
Realistas y nominalistas
Averroes
Raimundo Lulio
Nicolás de Cusa

    A favor                                                                                                                          En contra
• Introduce a la vida y obra de filósofos menores                        • Introduce al filósofo y relaciona algún tema con un 
• Permite rastrear fuentes de citas y textos                                     texto de Borges. No desarrolla aspectos filosóficos.

    Un fragmento                                                                                                        
  "Hasta el necio mismo debe convenir en que al menos en la inteligencia existe algo mayor de lo cual nada puede 
ser pensado, porque, cuando oye esto, lo entiende, y todo lo que se entiende está en la inteligencia. Ahora bien, en
verdad, aquello mayor que lo cual nada es concebible no puede estar en la sola inteligencia. En efecto, si estuvie-
ra en la sola inteligencia, en ella se podría pensar que está también en la realidad, lo cual es mayor. Por tanto, si
aquello mayor de lo cual nada se puede pensar estuviera únicamente en la inteligencia, eso mismo sería tal que
algo mayor que él podría ser concebido. Pero ciertamente eso es imposible".
(Anselmo)

sábado, 1 de diciembre de 2012

AL OLVIDAR UN SUEÑO


                                                A Viviana Aguilar

        
En el alba dudosa tuve un sueño.
Sé que en el sueño había muchas puertas.
Lo demás lo he perdido. La vigilia
ha dejado caer esta mañana
esa fábula íntima, que ahora
no es menos inasible que la sombra
de Tiresias o que Ur de los Caldeos
o que los corolarios de Spinoza.
Me he pasado la vida deletreando
los dogmas que aventuran los filósofos.
Es fama que en Irlanda un hombre dijo
que la atención de Dios, que nunca duerme,
percibe eternamente cada sueño
y cada jardín solo y cada lágrima.
Sigue la duda y la penumbra crece.
Si supiera qué ha sido de aquel sueño
que he soñado, o que sueño haber soñado,
sabría todas las cosas.  


Jorge Luis Borges 
(La cifra - Alianza - Madrid - 1981)

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Aclaraciones
Este libro fue publicado simultáneamente en Madrid, por Alianza Editores, y en Buenos Aires, por Emecé Editores. El poema fue suprimido en la edición argentina y en todas las demás a partir de la segunda edición. Se reproduce también en Borges.  Esplendor y derrota, de María Esther Vázquez.

Libro
Jorge Luis Borges, La cifra, Alianza, Madrid, 1981. Primera edición. 107 páginas. Dimensiones 22 x 14 cm.


martes, 27 de noviembre de 2012

ELSA


Noches de largo insomnio y de castigo
Que anhelaban el alba y la temían,
Días de aquel ayer que repetían
Otro inútil ayer. Hoy los bendigo.
¿Cómo iba a presentir que en esos años
De soledad de amor que las atroces
Fábulas de la fiebre y las feroces
Auroras no eran más que los peldaños
Torpes y las errantes galerías
Que me conducirían a la pura
Cumbre de azul que el azul perdura
De esta tarde de un día y de mis días?
Elsa, en mi mano está tu mano. Vemos
En el aire la nieve y la queremos.

Cambridge, 1967 



Jorge Luis Borges 
(Elogio de la sombra - Emecé Editores - Buenos Aires - 1969)

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Aclaraciones
Poema a su primera esposa, Elsa Astete Millán, suprimido de las ediciones posteriores a 1972. 

Libro
Jorge Luis Borges, Elogio de la sombra, Emecé Editores, Buenos Aires, 1969. Primera edición. Incluye ilustraciones de Héctor Basaldúa. 160 páginas. Dimensiones 23,3 x 18 cm.

lunes, 26 de noviembre de 2012

TRADUCCIÓN DE "MACBETH"

   Hay en ti demasiada ternura humana, para que elijas el camino más corto. Querrías ser grande, no te falta ambición, pero sí la indispensable maldad. Preferirías amar rectamente lo que tanto deseas. No te resuelves a deshonrar, pero admitirías un tiempo innoble. Querrías alcanzar, ilustre Glamis, lo que ahora grita en tu alma: “Así debes obrar, así ejecutar” lo que tienes más miedo de hacer, que voluntad de no haber hecho. Ven aquí, para que vuelque ni ánimo en tu oído y borre en palabras lo que te detiene ante el círculo de oro, que el destino y la mediación de la magia, ya reservan.

                                                                     Entra un mensajero
         
                                                     Lady Macbeth. ¿Qué noticias traes?
                                                     Mensajero. El rey llega esta noche.
                                                     Lady Macbeth. Es insano lo que dices. 
                                                     ¿No está con él tu amo? ¿Y no me avisa, para recibirlo?
                                                     Mensajero. Repito que es verdad lo declarado. Nuestro amo está en camino. 
                                                     Un compañero que se adelantó me trajo, casi exhausto, la noticia.

                                                                         Sigue 8p después

Jorge Luis Borges - Adolfo Bioy Casares
(Genio y figura de Adolfo Bioy Casares - Eudeba - Buenos Aires - 1983)

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Aclaración
De reproducción facsimilar de Acto I, Escena IV, en  Genio y figura de Adolfo Bioy Casares, de Oscar Hermes Villordo, sin fecha. La traducción de Macbeth por parte de ambos nunca fue publicada. La entrada correspondiente al día martes 24 de noviembre de 1970 del libro Borges, de Bioy Casares, dice: Con Borges empezamos la traducción de Macbeth. Llegó con las primeras cuatro líneas traducidas, escritas de mano de su madre: 
"Escena I. Campo Abierto. Truenos y relámpagos. Entran las brujas.
 1ª Bruja: ¿Cuándo otra vez
                       seremos una sola cosa las tres?
                      ¿En el fragor de la violenta
                      revelación del rayo y la tormenta?
En el libro En diálogo II, de Osvaldo Ferrari, Borges dice: `Bioy Casares y yo hicimos una traducción de Macbeth, y tradujimos eso como: "Cuando bajo el fulgor del trueno" (una confusión deliberada entre el trueno y el rayo) "Otra vez seremos una sola cosa las tres" ... Hicimos una traducción de tres o cuatro escenas, y luego no sé por qué -uno nunca sabe por qué ocurren esas cosas- cesamos, dejamos esa tarea de lado.´

Libro
Oscar Hermes Villordo, Genio y figura de Adolfo Bioy Casares, Eudeba, Buenos Aires, 1983. Primera edición. 208 páginas. Dimensiones 18 x 11 cm

Links

lunes, 19 de noviembre de 2012

RECOMENDACIONES

Borges, libros y lecturas
Laura Rosato - Germán Álvarez
Ediciones Biblioteca Nacional, Buenos Aires, 2010
416 págs.; 20 x 28 cm.

Prólogo
Testigos del método
Agradecimientos
Estudio preliminar
Catálogo
Bibliografía
Bibliografía complementaria
Figuras

    A favor                                                                                                        En contra
• Reproduce facsimilares de anotaciones y libros                        Incluye en su mayoría textos sin traducción, 
• Permite rastrear fuentes de citas y textos                                      en inglés, alemán, francés, latín e italiano
• Contiene datos biográficos en Estudio preliminar


    Un fragmento                                                                                                        
La esperanza / como un cuerpo de niña / aún misterioso y tácito. / aún no amado de amor / y
una guitarra que apasionadamente se muere y con alivio 
doloroso resurge
y el cielo está viviendo un plenilunio 
con el remordimiento y la vergüenza de la
insatisfecha esperanza y de no ser felices."
(Jorge Luis Borges)

domingo, 18 de noviembre de 2012

PREFACIO A "VOIX", DE ANTONIO PORCHIA


Les maximes courent le risque de sembler de pures équations verbales : nous sommes tentés d'y voir l'oeuvre du hasard ou d'un art combinatoire. Mais non dans le cas de Novalis, de La Rochefoucauld ou d'Antonio Porchia. Chez eux, le lecteur sent la présence immédiate d'un homme et de son destin.
Nous ne nous sommes pas connus personnellement. J'entendis pour la première fois son nom sur la bouche de Xul Solar, le peintre visionnaire. Rien ne me coûterait d'inventer qu'ils furent très amis, aucun des deux ne pouvant à présent me démentir. Mais ce que je puis assurer, c'est qu'à travers ses Voix Antonio Porchia est aujourd'hui mon ami intime, bien que peut-être il ne le sache pas.
Nul n'ignore que les générations ont consacré les sorts virgiliens et les sorts bibliques. Dans un moment de doute, quelqu'un ouvre le volume au hasard, qui au fond n'est pas un hasard, et reçoit le conseil de Virgile ou de l'Esprit. Ainsi ai-je opéré de nombreuses fois avec le texte de Porchia.
Faisons-le maintenant. Je trouve à la page 11: Qui ne remplit son monde de fantômes reste seul.. 
Heureusement, et pour notre malheur aussi, les fantômes ne nous manquent pas. Nous croyons être argentins, chiliens, français, dévots de telle ou telle foi, affiliés à tel ou tel parti, héritiers d'une tradition, porteurs d'un nom, habitants d'une maison ou d'un siècle, maîtres d'un visage parmi d'autres. De tels fantômes sont incessants, mais il n'est pas impossible qu'ils nous laissent seuls, atrocement seuls, à l'instant de la mort.
Interrogeons une autre page, la page 46: Le non savoir-faire sut faire Dieu.
Je trouve ici la confirmation d'un doute ancien. J'ai toujours eu le sentiment que Dieu — le Dieu tout-puissant des théologiens — était la plus curieuse invention de la littérature fantastique. 
A la page 110, nous trouvons: Les distances n'ont rien fait. Tout est ici.
Je me rappelle une anecdote de Carlyle. Un groupe d'émigrants partant pour l'Australie vint lui rendre visite. Carlyle leur dit: " Pourquoi voyager ? Votre Australie est ici et maintenant. " On peut aussi interpréter la sentence de Porchia d'une autre manière. Seul existe le présent ; le hier et l'aujourd'hui sont illusoires.
Les aphorismes de ce volume portent bien au-delà de leur texte écrit ; ils ne sont pas une fin mais un commencement. Ils ne cherchent pas à produire un effet. On peut supposer que l'auteur les écrivit pour lui-même et ne sut pas qu'il traçait pour les autres l'image d'un homme solitaire, lucide et conscient du mystère singulier de chaque instant.

Septembre 1978
(Traduction: R. Munier).

Las máximas corren el riesgo de parecer meras ecuaciones verbales: estamos tentados a ver en ellas la obra del azar o de un arte combinatorio. Pero no así en el caso de Novalis, de la Rochefoucauld o de Antonio Porchia. En cada una, la lectura siente la presencia inmediata de un hombre y su destino.
No nos conocimos personalmente. Oí por primera vez su nombre de labios de Xul Solar, el pintor visionario. Nada me cuesta imaginar que fueron muy amigos: ninguno de los dos podría en el presente desmentirme. Pero lo que puedo asegurar es que a través de sus Voces, Antonio Porchia es hoy mi amigo íntimo, si bien acaso él no lo sabe.
Nadie ignora que las generaciones han consagrado las sentencias virgilianas y las bíblicas. En un momento de duda, alguien abre el volumen al azar —que en el fondo no es un azar— y recibe el consejo de Virgilio o del espíritu. Así he actuado numerosas veces con el texto de Porchia. Hagámoslo ahora. Encuentro en la página 11:

Quien no llena su mundo de fantasmas, se queda solo.

Felizmente —y también para nuestro pesar—, los fantasmas no nos faltan. Creemos ser argentinos, chilenos, franceses, devotos de tal o cual fe, afiliados a tal o cual partido, herederos de una tradición, portadores de un nombre, habitantes de una casa o de un siglo, poseedores de un rostro entre otros. Estos fantasmas son incesantes, pero no es imposible que nos dejen solos, atrozmente solos, al momento de la muerte.
Interroguemos otra página, la 46:

El no saber hacer supo hacer a Dios.

Encuentro aquí la confirmación de una antigua duda. He tenido siempre la sospecha de que Dios —el todopoderoso Dios de los teólogos— fue la más curiosa invención de la literatura fantástica. 
En la página 110 encontramos:

Las distancias no hicieron nada. Todo sigue aquí.

Recuerdo una anécdota de Carlyle. Un grupo de emigrantes que parten hacia Australia le hacen una visitia. Carlyle les dice: «¿Por qué viajar? Su Australia está aquí y ahora». Podemos intrepretar la sentencia de Porchia de otra manera. Sólo existe lo presente: el ayer y el hoy son ilusorios.
Los aforismos de este volumen van mucho más allá del texto escrito; no son un final sino un comienzo. No buscan producir un efecto. Podemos sospechar que el autor los escribió para sí mismo y no supo que trazaba para otros la imagen de un hombre solitario, lúcido y conciente del singular misterio de cada instante.

Septiembre, 1978
(Traducción: Daniel González Dueñas)

Jorge Luis Borges 
(Voix - Fayard - París - 1979)

  
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Aclaraciones
No se conserva ningún original del texto. La versión en francés es una traducción del original La versión en castellano es una traducción de la versión en francés.

Libros
Antonio Porchia, Voix, Fayard, París, 1979. 142 páginas. Dimensiones 22 x 14 cm.
Antonio Porchia, Voces reunidas, Alción Editora, Córdoba, 2006. 268 páginas. Dimensiones 22 x 16 cm.

Links
http://www.antonioporchia.com.ar/site/prologos/prologo2.htm

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5308-2009-05-19.html